N° 32 - Germinal

La Tierra está ocupada por millones de hombres teutónicos que sólo conocen una manera de vivir: la lucha del par de opuestos en guerras, deportes, negocios, la vida social, las ciencias, la política, etc. Continuarán las destrucciones hasta agotar sus deudas kármicas pendientes. Pero la escasez de recursos esenciales pronostica para ellos no más de un siglo de supervivencia, sin contar con las armas de destrucción atómicas que pueden concluir con la antigua raza en un momento inesperado. Cualquiera sea la vía que transiten, ellos deben desalojar el Planeta sin excepción.

¿Dónde germinarán las semillas acuarianas que se están esparciendo continuamente? Como en la parábola de Jesús, muchas están cayendo en tierras apropiadas y brindarán renovados frutos con transformaciones interiores, prácticas espirituales, buen comportamiento, espontáneo acercamiento al Camino, numerosos nacimientos en familias consagradas; por predestinación nacen acuarianos sintonizando con la vibración del Señor Maitreya.

Pero necesariamente tiene que producirse un traspaso intergeneracional en las funciones esenciales de la vida, desde los Teutónicos hacia los Acuarianos. ¿Cómo? ¿Dónde? El espacio es único, pero las formas de vida son diferentes. Los viejos conocen sus hábitos; pero los nuevos no. En las Enseñanzas del Maestro Santiago están descriptas las formas de desenvolvimiento de la Nueva Raza. En estas Reflexiones iremos señalando aquellas ideas que facilitan la convivencia con los viejos Teutónicos. Recomendamos, como punto de arranque, el Mensaje de Plenilunio de 1948 (Libro XIX, Capítulo 2), que dice: "¡Sed almas! ¡Vivid en el mundo como si no pertenecierais al mundo! ¡Sed extranjeros! El idioma de los hombres no es vuestro idioma, no son vuestros sus gustos y sus aspiraciones; tampoco lo son sus formas mentales!"

¿Cómo ser extranjeros en un mundo globalizado, donde es lo mismo estar en Moscú, Chicago o Río de Janeiro, donde las costumbres, las formas mentales, las pasiones colectivas son las mismas? Quien escribe estas reflexiones estudió sus primeras Enseñanzas, "Hidrochosa", etc. en 1951, y vio en ellas maravillosas profecías. Ahora, en el Tercer Milenio, medio siglo después, que debe expandirlas y explicarlas al gran público, ve en ellas la vida germinando; las profecías se cumplen en los Acuarianos que despiertan.

Vivir la Renuncia hoy es tan difícil como en el siglo pasado y no queda otro procedimiento que poner distancia entre el mundo y nosotros; las Enseñanzas son las mismas y la sociedad colectiva es igualmente despiadada, tal vez más ilusoria. Ahora los Teutónicos luchan para sobrevivir a cualquier precio. Con las comunicaciones masificadas, el Planeta se ha arrugado, y los predestinados adversarios se acercan cada vez más, hasta encontrarse frente a frente, solos en la meseta junto al abismo: el oso y la leona (Ver Libro XVIII, Capítulo 15, 28).

Los Acuarianos debemos aprender a convivir con los Teutónicos conservando el equilibrio armonioso de nuestras facultades; la paz se alcanza construyéndola desde la proximidad: pensamientos, hogar, vecinos, compañeros del trabajo. No hay forma más eficaz que ser un emisor de acciones armoniosas sintonizando con otro semejante, empezando a formar una red.

Las Enseñanzas del Maestro Santiago fueron dictadas desde el plano astral, y conservan la vibración particular que le dieron sus creadores, en armonía con la Nueva Era y el magnetismo del Gran Iniciado Solar Maitreya, mientras estuvieron preservadas en recintos secretos. Ahora se abrieron las cerraduras y fueron entregadas al patrimonio de la Humanidad, en el tiempo que debe comenzar la civilización de Hidrochosa (Ver Libro I, Capítulo 1).

El hombre Acuariano adviene no por conversión, sino por desenvolvimiento espiritual. No es un título, ni una adhesión como en las Religiones (Cristianos, Judíos, Musulmanes, etc.), sino una realización integral, física, anímica y espiritual. Todos serán Acuarianos con el tiempo a medida que la alta vibración del Señor Maitreya se extienda por el mundo. Quienes no se desarrollen morirán sujetos a las leyes naturales y perdiendo una maravillosa oportunidad.

En las Enseñanzas están explicadas las características de la Nueva Era y las disciplinas para alcanzar ese estado, no en forma académica, sino orgánicamente, porque una sistematización llevaría al lector a ilusorias separatividades. Cada uno debe buscar lo que más le conviene y hacerse su método personal, su propio sistema, y avanzar por su camino hasta encontrar realizaciones positivas que satisfagan las necesidades de su alma. Lo que es bueno para uno, puede no serlo para otro. Incluso un camino es bueno durante un tiempo y luego no sirve; hay que cambiar. Cada uno ha de ser su propio Redentor, dice el Maestro, y por sí mismo, en Renuncia de holocausto, encontrará su liberación.

Para que las Enseñanzas germinen en el alma y empiecen a crecer en suelo fecundo, hay que proceder como los jardineros que trabajan en armonía con la Naturaleza; a sus plantas nunca les falta el agua, sacan las malezas que compiten agresivamente, y abonan discretamente la tierra para que crezcan saludables. Las cuidan, las protegen y les dan libertad. A su tiempo serán hermosos árboles, un roble, un abeto, un manzano, lo que tenían que ser. Los hombres Acuarianos serán jardineros de sí mismos, desde el principio hasta el fin. Darán hermosas flores y sabrosos frutos.

¿Pero cómo empezar el recorrido en la vastedad de 785 Enseñanzas que se presentan ante sus ojos apenas abre los portales de la sabiduría, y las páginas desfilan interminables en las más variadas y heterogéneas disciplinas del pasado y del futuro? ¿Cómo avanzar unos pasos por los senderos del bosque que se insinúan tras los títulos y las imágenes sugestivas de los primeros párrafos? ¿Cuál es el método de lectura y progreso del aprendizaje, sin correr el riesgo de abandonarlo todo por cansancio en el tedio, o fastidio ante las dificultades?

Es tarea de las Reflexiones ayudar al lector que se enfrenta de golpe a una biblioteca esotérica completa, que explica las claves de una época que se está borrando en las contradicciones del presente, y anuncia las características del porvenir. Hay muchas formas de empezar a comprenderlas, y vamos a indicar algunas de alcance inmediato.

1°: La manera más práctica y agradable de introducirse en las Enseñanzas, es transferirlas todas, imprimirlas, tenerlas a mano y recorrerlas sin rumbo fijo, como un paseo en el campo, eligiendo al azar, sin intención previa, ni búsqueda, dejando que la curiosidad espontánea señale los títulos que más atraigan. Hay fuerza en el subconsciente, y que sea el impulso la mejor guía para recorrer los senderos. ¿Libros de historia, de biografías de personajes famosos, de gimnasia y posturas, de meditación? Todos son excelentes y en ellos siempre se aprende. Hay que conocerlos aunque sea vagamente, familiarizarse con ellos y empezar a entrelazarlos con las ideas madres que los unen. La Enseñanza es una, dice el Maestro, y está en el todo y en cada una de las partes. Lo valioso es comprender el espíritu de la Enseñanza que puede aparecer en cualquier momento, en la página menos esperada. Entonces, recorrer, explorar, vagar entre sus páginas sin un propósito deliberado es valioso para captar ese magnetismo que las hace atractivas y necesarias.

2°: Una segunda manera de abordar las Enseñanzas es concentrarse en un asunto determinado, por ejemplo, la Meditación, y profundizarlo. Son muchos los libros que tratan el tema de la Meditación en todas sus modalidades y con variadas características, ya que es la herramienta del alma, diaria, continua, indispensable. Para aquellos lectores que la practican, o que les ha interesado siempre, lo mejor es abordarla desde el comienzo, apoyándose en aquellas Enseñanzas doctrinarias que están esparcidas por todos los libros. Como las meditaciones se asientan sobre siete temas básicos, es necesario el estudio de la Simbología Arcaica (Libro III), para poder comprenderlas y desarrollarlas. Algunos preferirán otra línea y querrán desarrollarla; pueden buscar el asunto que les interesa a lo largo de los cursos, y hacerse unos apuntes particulares, con indicaciones para encontrar las fuentes. Para eso están bien determinados los libros con numeración romana, los capítulos y los párrafos con numeración arábiga. El lector atento y estudioso podrá escribir una Enseñanza más, propia, particular, para su uso interno.

3°: Una tercera modalidad es buscar, en la vastedad de conceptos e imágenes que pueblan este maravilloso mundo, la idea madre que reúne y da unidad a la obra. El Maestro Bovisio la ha llamado el Camino de la Renuncia; pero hay otras concepciones que pueden explicarla también. Cada hombre encontrará la suya cuando la haya buscado pacientemente.

4°: Otra labor extraordinaria es hacerse de un índice temático según las palabras más importantes que hayan interesado. Servirá de gran ayuda para el estudio general de los textos y la interrelación de los mismos.

Las Enseñanzas son patrimonio de la Humanidad, no tienen propietarios. Los administradores de la biblioteca en Internet son sus humildes servidores, y se esfuerzan para que lleguen a la mayor cantidad de personas en todo el mundo. Ninguna persona, institución, Orden o Fundación tiene derecho sobre ellas. Son libres y están disponibles para cualquiera, sin preguntar quien es.

El lector que ya posee las Enseñanzas, por el simple hecho de ser humano, tiene todos los derechos de uso en el sentido que las mismas promueven. Las que brindamos en este portal son originarias, tal como las dejó el Maestro Santiago y como quería que fuesen expandidas: para toda la Humanidad, sin barreras ni restricciones. Así está ocurriendo. Entonces el lector, si trabaja con ellas y las estudia para comprender los cambios que se están produciendo en la sociedad que tanto influyen en el individuo, puede prever lo que sucederá en su alma y adoptar las mejores disposiciones para su bien, y el bien de los que le rodean.

No tema, entonces, incursionar en los más difíciles campos del conocimiento y de la experimentación interior. Si su corazón está limpio de codicia y de afán de poderes psíquicos, si sólo busca la verdad y el bien, nada malo podrá pasarle. La Obra está protegida desde las dimensiones suprafísicas por los Santos Maestros que en la Orden del Fuego Astral promovieron el traslado de las Enseñanzas hasta el plano terrestre, para beneficio de la Humanidad, y ahora las expanden a todos los rincones de la Tierra.

Ellas deben germinar en las almas de los servidores. Son semillas de verdades que se desarrollarán en la sociedad futura. Cuanto más pronto y más almas penetren en los tesoros escondidos en sus paginas, más pronto florecerá Acuario y menos doloroso será su advenimiento. El futuro promisorio no es gratuito; debe ser construido por los hombres cada día.

José
Junio de 2003

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